Cognición extendida

Jorge Emilio Maquita

Brandon E. Hernández García

Citlalli Ortiz 

Carolina Morales


2021

¿Cuáles son los límites de la mente?

¿Te has preguntado hasta qué punto los elementos del entorno, las herramientas y los distintos dispositivos tecnológicos forman parte de los procesos cognitivos? 

La cognición extendida plantea que la manera en que interactuamos con el entorno refleja que nuestros procesos cognitivos se extienden hacia los elementos y las distintas entidades del entorno, dado que nos apoyamos en ellos para realizar tareas y para desenvolvernos de forma apropiada. Esto es, desde que podemos utilizar un palo como herramienta para alcanzar una fruta que está lejos de nuestras manos, usar nuestro celular como una memoria externa, así como plantearnos la posibilidad de sustituir modalidades sensoriales mediante dispositivos tecnológicos. En esta sección encontrarás información introductoria sobre la cognición extendida, los principales supuestos y planteamientos. A la vez, al final de la misma, podrás encontrar información complementaria y un ejemplo de cognición extendida sobre el primer ser humano que es considerado un Cyborg.

Principales autores de la cognición extendida

Andy Clark

Filósofo de las Ciencias Cognitivas. Propone que la cognición no tiene como límite el cerebro, también debe considerarse el cuerpo, y que ésta se extiende al entorno. 

David Chalmers

Filósofo de la mente. Defiende la contribución de los procesos neuronales, corporales y del entorno en los procesos cognitivos, por lo que no todo se debe a procesos dentro del cráneo.

La teoría de la mente extendida

La teoría de la mente extendida sugiere que los estados mentales de un agente asociados a su procesamiento cognitivo no tienen como límite el craneo, ni el cuerpo, éstos se extienden al entorno (Clark y Chalmers, 1998). Por lo tanto, la idea detrás de la cognición extendida es que que los procesos cognitivos incluyen porciones externas del entorno. Si realizamos una tarea, ciertas partes del entorno toman un rol central en el proceso para llevar a cabo la tarea, por lo que se puede considerar que forman "parte" del proceso cognitivo que se está llevando a cabo. 

Uno de los ejemplos más icónicos, es el uso de dispositivos de almacenamiento externo de información, siendo un proceso análogo al uso de la memoria biológica. El uso de dispositivos externos juegan un rol muy importante en nuestra conducta y en la toma de decisiones. Por ejemplo, podemos utilizar nuestro teléfono celular para recordar una dirección y las mejores rutas para llegar ahí. Por lo tanto, se sugiere que debido a que estos dispositivos siempre están disponibles y al ser nosotros los autores de su contenido nos son confiables, también se pueden considerar como un proceso análogo al de las creencias. Esto es, las creencias pueden estar parcialmente constituidas por características del entorno cuando éstas juegan el rol correcto para guiar los procesos cognitivos. 

Por su parte Menary (2010) propone, tomando los argumentos de la cognición extendida propuesta por Clark y Chalmers, que la cognición es híbrida, esto es, la cognición está constituida por elementos internos y externos. Esta propuesta toma la interacción corporizada (corporeizada)  con el mundo como su punto de partida. 

Externalismo activo

Clark y Chalmers (1998) argumentan que hay situaciones donde el organismo se encuentra entrelazado con una entidad externa en una interacción bidireccional. Los procesos acoplados con una entidad externa cuentan como procesos cognitivos debido a que tienen un impacto directo en el agente y en su conducta. Por ejemplo, si estamos realizando una serie de operaciones matemáticas utilizando una calculadora, si por algún motivo se descompone o alquien nos la quita, nuestro desempeño en la tarea se verá afectado. Por lo tanto, la calculadora tiene un impacto directo en nuestra conducta, en la manera en que realizamos la tarea, e incluso el tipo de estados mentales en los que nos encontramos cuando la usamos. En filosofía de la mente, al rol activo del entorno en guiar a los procesos cognitivos se le conoce como externalismo activo

El externalismo activo refiere a el uso de dispositivos externos como parte los procesos cognitivos. Desde esta perspectiva, se plantea que el entorno tiene un rol activo en la producción de los procesos cognitivos (Clark y Chalmers, 1998). Por ejemplo, si estamos armando un rompecabezas, acomodamos las piezas frente a nosotros de una manera que se nos facilite encontrar las formas adecuadas para ir uniéndolas. Al tomar una pieza, no sólo la rotamos físicamente para ver si es la pieza adecuada, también la rotamos mentalmente para facilitar la toma de decisiones (tal y como lo hacemos al jugar Tetris). En este caso, acomodar y re-acomodar constantemente las piezas, la acción es parte del pensamiento, de los procesos cognitivos que se llevan a cabo para realizar la tarea.

Finalmente, es importante mencionar dos características del externalismo activo planteadas por Clark y Chalmers (1998). La primera, se relaciona con los efectos de las interacciones corporizadas con el entorno. Esto es, las consecuencias en la conducta se dan en el presente, en donde un cambio en el ambiente puede crear resultados inmediatos. La segunda, se argumenta que el externalismo activo no necesariamente requiere de un procesamiento consciente, tal y como sucede con otros procesos cognitivos.

El papel del entorno en la evolución y el desarrollo de la cognición


La teoría de la mente extendida se apoya en argumentos sobre la co-evolución del cerebro, los procesos cognitivos, y las propiedades físicas del entorno. Según Clark y Chalmers (1998), la mente extendida demuestra cómo durante la evolución del cerebro a lo largo de nuestra historia filogenética se ha favorecido la manipulación de dispositivos externos. Por lo tanto, ha sido ventajoso explotar las propiedades del entorno para reducir la carga cognitiva a través de un acoplamiento externo en el bucle cognitivo

Respecto al desarrollo ontogenético de los individuos, se plantea que conforme adquieren conocimiento durante las interacciones corporizadas con el entorno moldean sus cerebros para apoyarse en extensiones cognitivas. En otras palabras, durante todas las etapas de desarrollo, el cerebro se desarrolla de tal forma que sus procesos se complementan con las estructuras externas, volviéndose un sistema fuertemente acoplado con el entorno. Por lo tanto, el entorno tiene un rol fundamental para guiar y restringir la manera en que se desarrolla el cerebro de los agentes corporizados. 

Intervenciones activas

Los agentes están activamente involucrados con su entorno, interviniendo y determinando de una u otra manera las condiciones ambientales que les son relevantes (Grief, 2015). Godfrey-Smith (1996) propuso que las intervenciones en el entorno pueden ser tanto constitutivas como constructivas. Las intervenciones constitutivas implican que los agentes saquen provecho de las características del entorno, utilizando sus funciones sin necesidad de cambiar la materialidad de la estructura del entorno. En cambio, las intervenciones constructivas se relacionan con la creación de estructuras materiales y artefactos. 


Ambos tipos de intervenciones, la constitución y la construcción, son complementarias, de tal forma que los agentes están activamente relacionados con su entorno, aprovechando las características del entorno y modificándolo activamente (Grief, 2015).  Para entender cómo se complementan, Grief (2015) plantea el ejemplo sobre cómo los castores modifican y construyen activamente su nicho ecológico al crear presas y al mismo, buscan activamente condiciones favorables constitutivas de su entorno, según sus necesidades.


Otro ejemplo, se enfoca en las intervenciones activas de depredadores como las arañas. La ubicación de la telaraña aprovecha las características físicas del entorno de tal forma que pueda servir para atrapar a sus presas. A la vez, la construcción de una telaraña es una modificación activa del entorno. Las telarañas son herramientas creadas por las arañas las cuales reflejan cómo su cognición se extiende, se vuelve parte de la mismas telarañas que construyen. En este sentido, se ha propuesto que la construcción de telarañas, la conexiones estructurales y la organización de sus conexiones forman parte de su sistema cognitivo reduciendo la carga cognitiva de procesamiento (Japyassú y Laland, 2017).


Sterelny (2010) compara la tesis de la cognición extendida con la construcción del nicho evolutivo. En este sentido, se propone que los agentes alteran su propio entorno tomando en cuenta los recursos ambientales para facilitar su estar en el mundo. Por lo tanto, es posible considerar que la capacidad de modificar el nicho ecológico es una capacidad fundamental en los sistemas cognitivos. 

Herramientas y dispositivos en los procesos cognitivos

La libreta de Otto

Uno de los ejemplos clásicos dentro de la teoría de la cognición extendida es la hipotética situación de de Otto e Inga planteada por Clark y Chalmers (1998). En esta situación hipotética, se plantea que Inga y Otto se enteran que habrá una exhibición en el Museo de Arte Moderno. Cuando Inga recuerda que el museo se encuentra en la calle 53, inicia su caminata hacia el museo. Por lo tanto, Inga tiene la creencia sobre la ubicación del museo, por lo que cuando accede a su recuerdo mediante el uso de su memoria biológica, ésta creencia guía su conducta de tal forma que puede llegar al museo. En cambio, Otto es una persona que padece de la enfermedad de Alzheimer y necesita apoyarse en herramientas externas para estructurar sus actividades diarias. Para esto, Otto se apoya en una libreta que lleva consigo a todas partes, de tal forma que cuando aprende nueva información ahí la anota, así como cuando necesita recordar algún dato recurre a su libreta. Al igual que Inga, Otto desea ir al Museo de Arte Moderno y para esto recurre a su libreta, en la cual tiene registrada la dirección y las instrucciones para poder llegar al museo.

Clark y Chalmers (1998) afirman que no hay una diferencia profunda entre cómo Inga y Otto pudieron acceder a la información sobre la ubicación del museo. La información en la libreta de Otto cumple la misma función que constituye una creencia almacenada en la memoria biológica. Por lo tanto, al percibir la información en su libreta Otto tiene acceso a sus creencias, sus creencias están explícitamente codificadas en su libreta. En ambos casos, tanto en la memoria biológica de Inga y en la memoria externa de Otto, la información es confiable cuando se necesita, está disponible para guiar la acción, cumpliendo el rol funcional de las creencias. 

Por todo lo anterior, se pueden mencionar cuatro motivos generales que atribuyen una creencia extendida a Otto:

interacción social y Lenguaje

Clark y Chalmers (1998) plantean que no sólo los estados mentales pueden estar parcialmente constituidos por entidades externas como objetos y herramientas, también por los estados mentales de otros agentes. Esto se puede observar en la interdependencia que ocurre entre amigos muy cercanos o entre las parejas que tienen mucho tiempo de estar juntos. Nos apoyamos en las creencias de otras personas que confiamos para recordar información o para corregir detalles que no eran correctos en nuestros recuerdos. El lenguaje juega un rol fundamental en el acoplamiento durante las interacciones sociales. Por lo tanto, el lenguaje se puede entender como una herramienta escencial para la cognición socialmente extendida.

Al igual que la libreta de Otto, las creencias de otras personas están directamente disponibles sin dificultad y la respaldamos automáticamente cuando confiamos en la persona. A la vez, otras personas pueden cumplir el rol de 'repositorio de creencias', de tal forma que una persona puede recordarnos información que nos es relevante (ej. una cita con el médico), así como llevarnos algún alimento que nos encanta al tener conocimiento sobre la hora a la que nos suele dar hambre. A este último ejemplo de interacción social se le ha llamado como "deseos extendidos".

Críticas

Los defensores de la cognición extendida establecen que no hay una razón teórica sólida para establecer una distinción entre los procesos de la memoria biológica y la memoria extendida a herramientas o dispositivos. Sin embargo, el filósofo Robert Rupert (2004) señala que la parte central del argumento parecería ser una taxonomía que incluye a los tipos de procesos cognitivos generales, en donde se señalan componentes distintos de tipos de procesos. Por lo tanto, sugiere que éste es el caso del tipo de proceso cognitivo que se realiza para recordar información, reiterando que las partes externas, el tipo de procesos relacionados con la "memoria extendida", difieren de los procesos cognitivos relacionados con recordar y acceder a la información mediante la memoria biológica

Siguiendo esta línea de argumentación, aquí se quiere señalar que para que Otto pueda recuperar las creencias en la memoria extendida de su libreta, primero tendría que  recordar mediante su memoria biológica que tiene una libreta. Por estos motivos, es posible decir que la memoria extendida depende de la memoria biológica para que ésta pueda cumplir su función como creencia.

Para darle más fuerza a sus críticas y exponer la inestabilidad de la memoria extendida, Rupert (2004) retoma tareas con las que suelen evaluarse los procesos de la memoria biológica, como el efecto de interferencia y la curva de aprendizaje. El efecto de interferencia lleva al olvido de cierta información por la interferencia de ciertos recuerdos sobre otros en el momento de aprenderlos o al intentar recordarlos. Cuando anotamos un dato en una libreta o cuando queremos acceder a él, no ocurre el efecto de interferencia. Respecto a la curva de aprendizaje, en la memoria extendida no se observa la curva de aprendizaje típica para los pares asociados de palabras escritas en una lista, alguien podría perder su lista, pero las “curvas de pérdida de lista” no se aproximarán a las curvas de olvido.

Otra crítica a la cognición extendida, se enfoca en la situación hipotética de Inga y Otto. En particular, la crítica se centra en el cuarto motivo para atribuir una creencia extendida a Otto, en el cual Clark y Chalmers (1998) mencionan que: la información en el cuaderno ha sido respaldada conscientemente en algún momento en el pasado y, de hecho, existe como consecuencia de este respaldo. Rupert (2004) señala que al plantear que la memoria "externa" de una persona debe ser respaldada orgánicamente por una consciencia interna, se debilita el argumento sobre la consideración de los elementos u objetos externos como algo más que herramientas utilizadas por la mente. En otras palabras, se le quita fuerza a la hipótesis de la cognición extendida respecto a que  elementos externos constituyen parcialmente la mente y los procesos cognitivos de los agentes. 

Actualizaciones

Chalmers (2019) cuestionó la tesis propuesta originalmente sobre la cognición extendida y concluye que una buena alternativa a la tesis es la siguiente: "...los procesos cognitivos y los estados mentales de un sujeto pueden estar parcialmente constituidos por entidades que son externas al sujeto, en virtud de la interacción sensorimotriz del sujeto con estas entidades" (Chalmers, 2019, p. 7). 

Es importante mencionar que esta actualización a la tesis de la cognición extendida que hizo Chalmers (2019) no es una crítica a la cognición extendida. Por el contrario, afirma que la inclusión de las interacciones sensorimotrices le dan más fuerza a la tesis original. Por lo tanto, la tesis de la cognición extendida aún continua teniendo fuerza para poner en duda que el cuerpo, la piel y el cráneo sean los límites de la cognición.

Finalmente, Chalmers (2019) propone que hablar de consciencia extendida es imposible. La consciencia requiere disponibilidad directa  de la información para el control global. Los procesos que se extienden a través de la percepción y la acción proporcionan información que sólo está disponible indirectamente. Por ejemplo, para poder usarse, esta información debe viajar por las vías causales del objeto al ojo, del ojo a la corteza visual y ahí a las áreas de asociación y de control motriz. Por lo tanto, el acceso a la información en el cerebro para que ésta se vuelva consciente es distinto en comparación con el acceso a la información que está presente en el medio ambiente. 

En 2010 Neil fue cofundador de la Fundación Cyborg con Moon Ribas, una organización internacional que tiene como objetivo ayudar a los seres humanos se convierten en Cyborgs.

¿Cognición extendida..

y Cyborgs?

Neil Hairbisson, el primer Cyborg, es un ejemplo representativo sobre la cognición extendida. En este video, puedes descubrir cómo Neil, quien era ciego al color, logró percibir colores mediante sonidos que son capturado por una cámara implantada en su cráneo. A la vez, en la charla comenta otros ejemplos de Cyborgs y lo que él considera como el renacimiento de nuestra especie. 

Material complementario

Videos

Andy Clark, uno de los proponentes de la Cognición Extendida,  explica brevemente en una Ted talk su posición acerca de esta teoría, dando algunos ejemplos que él considera la justifican.

David Chalmers argumenta sobre la existencia de una mente extendida ejemplificada en el uso de los celulares. 

En este breve documental el presentador busca averiguar qué es la mente extendida, entrevistando a los dos proponentes principales de esta teoría, así como a Raymond Tallis, neurólogo con un profundo entendimiento sobre la filosofía de la mente. 

Lecturas

Arnau, E., Estany, A., Gonzalez del Solar, R., & Sturm, T. (2014). The extended cognition thesis: Its significance for the philosophy of (cognitive) science. Philosophical Psychology, 27(1), 1-18. https://doi.org/10.1080/09515089.2013.836081 

Harris, K. (2019). Whose (extended) mind is it, anyway?. Erkenntnis, 1-15. https://doi.org/10.1007/s10670- 019-00172-9 

Heersmink, R., & Sutton, J. (2020). Cognition and the Web: Extended, transactive, or scaffolded?. Erkenntnis, 85(1), 139-164. https://doi.org/10.1007/s10670-018-0022-8 

Ludwig, D. (2015). Extended cognition and the explosion of knowledge. Philosophical Psychology, 28(3), 355-368. https://doi.org/10.1080/09515089.2013.867319 

Lyre, H. (2018). Socially Extended Cognition and Shared Intentionality. Frontiers in Psychology, 9, 831. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2018.00831 

Referencias

Chalmers, D. (2019). Extended cognition and extended consciousness. In M. Colombo, E. Irvine & M. S tapleton (Eds.), Andy Clark and his critics (pp. 9-20). Oxford University Press. https://doi.org/10.1093/oso/9780190662813.001.0001

Clark, A., & Chalmers, D. (1998). The extended mind. ANALYSIS, 58(1), 7–19. https://www.jstor.org/stable/3328150

Godfrey-Smith, P. (1996). Complexity and the Function of Mind in Nature. Cambridge University Press. https://doi.org/10.1017/CBO9781139172714 

Greif, H. (2015). What is the extension of the extended mind? Synthese, 194 (11), 4311–4336. https://doi.org/10.1007/s11229-015-0799-9

Japyassú, H. F., & Laland, K. N. (2017). Extended spider cognition. Animal Cognition, 20(3), 375-395. https://doi.org/10.1007/s10071-017-1069-7

Menary, R. (2010). Cognitive integration and the extended mind. In R. Menary (Ed.), The Extended Mind (p p. 227-243). The MIT Press. 10.7551/mitpress/9780262014038.003.0010 

Rupert, R. D. (2004). Challenges to the hypothesis of extended cognition. The Journal of philosophy, 101(8), 389–428. https://www.jstor.org/stable/3655517

Sterelny, K. (2010). Minds: extended or scaffolded?. Phenomenology and the Cognitive Sciences, 9(4), 465- 481. https://doi.org/10.1007/s11097-010-9174-y