Cognición embebida
Diana Laura Armenta Tezcucano
Luis Antonio Nuñez Rodas
Oscar Roa
2021
Orígenes
El cognitivismo de mediados del siglo XX tiene como supuesto principal que las funciones de la mente provienen de la representación y manipulación de símbolos generados por medio de abstracciones de forma y no de significado (Anderson, 2003). Esto llevó a la formulación de sistemas de representación que no tenían relación con el cuerpo ni con las modalidades sensoriales con las cuales se percibieron sus propiedades. La cognición embebida - cimentada - ha puesto en duda estas teorías que se originaron durante la revolución cognitiva (Barsalou, 2008).
Las críticas están dirigidas hacia el tipo de representaciones que planteaban, las cuales se han denominado como amodales, debido a que representan la información sin tener como referencia a los sistemas sensoriales (Barsalou, 1999). Por ejemplo, si se piensa en una fresa, las propiedades representadas no tendrían relación alguna con las sensaciones (su sabor, olor, textura, etc...), sino alguna propiedad abstracta/arbitraria independiente de las sensaciones con las que originalmente se percibió y se adquirió el conocimiento sobre las fresas. Por lo tanto, si se considera a las representaciones como amodales, cuando se accede al conocimiento se representa en un sistema de símbolos amodales. Este tipo de representaciones, de naturaleza amodal y abstracta, parece estar muy alejado de lo que realmente ocurre cuando se accede al conocimiento adquirido (Barsalou et al., 2003).
Principios fundamentales
La propuesta de entender a las representaciones como amodales llevó a diversos problemas. Uno de los principales problemas es el de la transducción, esto es, entender cómo la experiencia perceptual se transduce en símbolos arbitrarios y abstractos. Otro de los problemas más debatidos, es conocido como 'el problema de la cimentación de símbolos' (para más información al respecto ver la sección de la 'Metáfora de la mente'), el cual se relaciona con la importancia de las interacciones con el referente en el mundo para poder otorgarle - cimentar - un significado a los símbolos (Pecher y Zwaan, 2005).
La cognición embebida enfatiza el rol central del cuerpo, las modalidades sensoriales, el entorno físico, y el entorno social (Barsalou, 2020). Esta perspectiva sobre la cognición explica cómo ésta se puede entender, no sólo como corporizada (corporeizada), sino como cimetada en las propiedades físicas del entorno y situada en contextos particulares. Por lo tanto, busca aclarar el carácter situado de las representaciones mentales al tomar en cuenta al entorno, el cuerpo, las interacciones y los sistemas modales que nos permiten percibir y adquirir conocimiento (Barsalou, 2010). Las teorías de la cimentación proponen unir de nuevo a la percepción y cognición por medio de las acciones situadas, dando importancia a los estados corporales y cerebrales que ocurren en un contexto específico, así como a la re-activación del conocimiento por medio de representaciones modales (Barsalou, 2008).
Propuestas relevantes
George Lakoff y Mark Johnson (1980) por su propuesta sobre las metáforas y la cimentación del lenguaje en la estructuración de la experiencia (perceptual, funcional, etc.), por lo que la comprensión de los conceptos depende de que se entienda o se le dé un significado a la situación en la que se plantea.
John Searle (1980) al establecer que la sintaxis es insuficiente para la inteligencia y que es necesaria la semántica, esto es, la adquisición del significado mediante interacciones corporizadas con el entorno.
Stevan Harnard (1990) por describir el problema de la cimentación de símbolos, en el cual se argumenta que el significado debe estar cimentado en la experiencia con el referente para aprender las relaciones entre los símbolos y los patrones sensorimotores.
Lawrence W. Barsalou (1999) por proponer la teoría de los Sistemas de Símbolos Perceptuales (Perceptual Symbol Systems) como crítica directa a las representaciones amodales. Esta teoría es ha sido fundamental para la cognición cimentada.
Teoría de los Sistemas de Símbolos Perceptuales
Fundamentos de la teoría
La teoría de los Sistemas de Símbolos Perceptuales se basa en que la memoria recupera la información de categorías y sucesos de manera modal, dependiendo no sólo del qué, sino del cómo se almacenó esta representación, ayudándose de las múltiples modalidades sensoriales disponibles durante la formación de dichas representaciones (Barsalou, 1999). Por lo tanto, la estructura interna de los símbolos es modal, lo que implica que están relacionados analógicamente con los estados perceptuales que los produjeron.
Uso de símbolos
Los símbolos, bajo la teoría de Sistemas de Símbolos Perceptuales, están relacionados de manera analógica con los estados perceptuales multimodales que los produjeron. Esta relación analógica entre los símbolos y los estados perceptuales de origen permite la extracción de información adicional para la generación de subcomponentes o subregiones a partir de un token o símbolo ejemplar. Por lo tanto, el sistema de símbolos perceptuales implica: a) reproducir o re-enactuar parcialmente los estados experimentados, b) la utilización de la atención selectiva para la extracción de nuevos símbolos de percepción, c) la integración de los nuevos símbolos en la memoria en un marco de referencia centrado en ejemplares de categorías (Barsalou et al., 2003). Los recuerdos de una misma categoría se integran en representaciones multimodales (cómo se ve, a qué huele, su temperatura, textura, sonido, emociones asociadas, acciones que se pueden realizar, etc.), de tal forma que un concepto en particular evoluciona al interactuar con más ejemplares sobre esa categoría.
Conceptos y simulaciones
El concepto de 'simulación' es muy relevante dentro de la teoría de a cognición cimentada. Las simulaciones permiten utilizar el conocimiento adquirido desde para representarlo desde distintas perspectivas, plantear nuevas posibilidades de acción, tomar decisiones, y recombinarlo bajo infinitas configuraciones.
Un simulador integra el contenido conceptual que se adquirió mediante experiencias situadas con el referente y controla las interacciones con los subconjuntos de esta categoría. En otras palabras, un simulador, representa a una categoría como conjunto de tokens o ejemplares sobre la categoría. Una simulación permite representar formas particulares a partir de una categoría, es decir, la activación de un subconjunto de la información almacenada por los simuladores.
Las simulaciones no ocurren en 'un vacío', éstas siempre suceden en un contexto dado. Por ejemplo si simulamos el concepto de manzana, es muy probable que se la simulación se sitúe en la cocina de nuestra casa, en un mercado, o a lo mejor dándole una mordida mientras caminamos a la escuela. Sin embargo, las simulaciones nunca pueden tener la 'resolución' del referente cuando es percibido de forma directa. Por lo tanto, las simulaciones contienen distorsiones, ya sea por el deterioro de la memoria o por factores contextuales que afectan la recuperación de esta información. Un principio básico es que la simulación es un elemento computacional unificador de diversos procesos en el cerebro, adoptando diferentes formas y mecanismos para hacer uso de los símbolos de forma situada (cognición en línea) o desacoplados del entorno (cognición fuera de línea).
Conceptualización variable y situada
La conceptualización variable implica que el significado de un símbolo refleja el sistema físico en el que está representado, por lo que dadas las diferencias en los sistemas perceptuales y la morfología de los agentes sus sistemas de símbolos varían (Barsalou et al., 2003). Por lo tanto, esto implica distintas posibilidades de acción al percibir un objeto - affordances - dependa de la experiencia situada y corporizada (corporeizada) de los agentes. A medida que se interactúa con los objetos se integran distintas posibilidades de acción, por lo que al percibir un objeto en un contexto y bajo ciertos estados internos o necesidades, los agentes son capaces de elegir la acción más apropiada - acción situada.
Por otra parte, la conceptualización situada permite explicar cómo dependiendo del ambiente en el que nos encontremos, las metas, normas específicas de un contexto, el estado emocional o motivacional en el que nos encontremos, llevan a diferentes significados o conceptualizaciones (Barsalou, 2020). Las diferencias individuales y culturales en la adquisición del significado de los símbolos surgen al estar expuestos en distintas situaciones y en diversos contextos.
¿Cuál es el principal aporte al estudio de la cognición?
Como se ha abordado hasta ahora, estos tipos de cognición enfatizan el rol de las simulaciones mediante la re-activación de las modalidades sensoriales específicas con las cuales se adquirió el conocimiento, las cuales siempre están situadas en un contexto en servicio de la acción. Dichas simulaciones permiten que el ser humano planee acciones, comparta sus pensamientos y se coordine con otras personas. La cognición embebida propone que al cuerpo, cerebro y entorno como aspectos indisociables de la cognición, los cuales trabajan en conjunto en un mismo proceso que da pie tanto a la percepción, a la conceptualización situada, como a las posibilidades de acción. Por lo tanto, las investigaciones que se realizan bajo el marco teórico de la cognición embebida se centran en las formas en que el cerebro, el cuerpo y el ambiente en interacción permiten conductas inteligentes (Matheson y Barsalou, 2018). Desde esta perspectiva, entender al cerebro o el cuerpo separado de su entorno es erróneo, por lo que se desafía a la forma tradicional de estudiarlos (Matheson, 2018).
Controversias y Críticas de la perspectiva
Uno de los debates relevantes dentro de esta perspectiva es el rol de las simulaciones multimodales. Esto es, se duda si éstas realmente son constituyentes de la cognición o si más bien se trata de un epifenómeno derivado de ésta (Barsalou, 2020). De acuerdo con Barsalou, se debe ir más allá de la simple demostración de que los procesos sensoriomotores y sus áreas cerebrales se activan durante tareas conceptuales o semánticas, de tal forma que es necesario evaluar los roles funcionales que tienen las simulaciones. Otra de las críticas, se centra el aspecto multimodal de las representaciones y de las activaciones que se dan durante diferentes procesos cognitivos. Autores como Mahon y Caramazza (2008), señalan que la evidencia neurocientífica que sustenta la re-activación de modalidades sensoriales específicas para acceder al conocimiento conceptual es débil. Por ejemplo, se ha demostrado que no necesariamente se tiene un deterioro en el acceso al conocimiento conceptual en pacientes con algún daño en regiones sensoriales y/o motoras.
Finalmente, se ha criticado el proceso de adquisición de conceptos abstractos y la creación de nuevos conceptos desde la perspectiva cimentada. En este sentido, se argumenta que los conceptos abstractos no podrían adquirirse si antes no fueron experimentados, por lo que de alguna manera se ha olvidado la diferencia entre los conceptos concretos y los conceptos abstractos (Dove, 2012). Sin embargo, existen diversas respuestas de los autores de esta perspectiva que justifican la cimentación de conceptos abstractos a través de diversos mecanismos, como la cimentación a través de estados emocionales e interoceptivos, así como a través de metáforas que permitan comprender un dominio abstracto a través de uno concreto (Matheson y Barsalou, 2018). De hecho, se sugiere dejar de hacer una distinción entre conceptos abstractos y concretos debido a que ambos contienen tanto información abstracta y concreta, por lo que un acercamiento más productivo sería considerar el rol de los conceptos dentro del contexto del procesamiento de las situaciones desde una perspectiva del ciclo de acción situada (Barsalou, 2020).
Videos complementarios
El video gira en torno al principio de la mente embebida en nuestros cuerpos, en lugar de ser cerebro-centrista, y cómo el ambiente y el cuerpo mismo influyen en nuestra cognición.
Lawrence Barsalou habla de los principios básicos de la Cognición Embebida, su historia y por qué es importante en la psicología moderna.
"No somos nuestro cerebro". Usando esta frase y otros ejemplos de metáforas, se ilustra que un elemento primordial en nuestra cognición es pensar sobre y con nuestro cuerpo.
Lecturas recomendadas
Creemos que las siguientes lecturas ayudan a ver una perspectiva aplicada de la teoría en dos campos de estudio diferentes, uno en la educación y, el segundo en el campo de la empatía.
Duijzer, C. A., Shayan, S., Bakker, A., Van der Schaaf, M. F., & Abrahamson, D. (2017). Touchscreen tablets: Coordinating action and perception for mathematical cognition. Frontiers in Psychology, 8, 144. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2017.00144
Erle, T. M., & Topolinski, S. (2017). The grounded nature of psychological perspective-taking. Journal of personality and social psychology, 112(5), 683. https://doi.org/10.1037/pspa0000081
Referencias
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Barsalou, L. W., Simmons, W. K., Barbey, A. K., & Wilson, C. D. (2003). Grounding conceptual knowledge in modality-specific systems. Trends in cognitive sciences, 7(2), 84-91.
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Barsalou, L. (2010). Grounded cognition: Past, present, and future. Topics in cognitive science, 2(4), 716-724. https://doi.org/10.1111/j.1756-8765.2010.01115.x
Barsalou, L. (2020). Challenges and opportunities for grounding cognition. Journal of Cognition, 3(1). doi:10.5334/joc.116
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