Interocepción

¿LAS SEÑALES DEL MEDIO INTERNO IMPORTAN PARA LA COGNICIÓN?

Por Aylin L. Feria

Facultad de Psicología, UNAM

Julio 2021

La interocepción se define como el proceso por el cual el sistema nervioso sensa, interpreta e integra señales originadas dentro del cuerpo, ofreciendo un mapeo momento a momento del estado interno, a diferentes grados de conciencia (Quiley, Kanoski, Grill, Barret & Tsakiris, 2021). Se ha comenzado a dilucidar su importancia durante las últimas décadas, sobre todo bajo la mirada de la psicología desde las neurociencias, pero ¿su estudio tendría también un espacio dentro de las propuestas de la cognición corporizada? Suena a una respuesta obvia, la interocepción es un proceso del cuerpo y lo “corporizado” se refiere a él. Pero ¿cuál es exactamente el rol de la interocepción dentro de este marco? En el presente trabajo se intentará esclarecer una respuesta a estas preguntas. 

Figura 1. Triada de la cognición 4E: organismo, ambiente e interacción (Newen, Bruin y Gallagher, 2018).

Las teorías de la cognición corporizada (corporeizada) (CC) surgen dentro de la revolución de las conocidas “4E’s de la cognición” que postulan que todos los fenómenos cognitivos dependen de las características morfológicas, biológicas y fisiológicas del organismo; del medioambiente natural, tecnológico o social; y de la interacción dinámica y recíproca del agente con su entorno (Newen, Bruin y Gallagher, 2018). Este escenario sugiere más preguntas que respuestas, dentro de ellas, ¿cuál es el exactamente rol que tiene el cuerpo?

Con respecto a esto, Anderson (2003) propone que lo corporizado se refiere a las maneras en las que el cuerpo forma, limita y fundamenta la cognición avanzada, esto a través de su fisiología, historia evolutiva, actividad práctica e incrustación sociocultural. Por ejemplo, el desarrollo del concepto de “color rojo” depende de los órganos sensoriales y los movimientos sacádicos de los ojos, del contexto evolutivo del organismo que lo llevó a desarrollar dicha capacidad, de las posibilidades de acción con objetos rojos que ofrezcan más información para su categorización y también, de los significados socioculturales que el color rojo pueda tener o podamos darle. 

Este es un primer punto de quiebre, ya que es permeable que la CC distingue al cuerpo por sus capacidades sensoriomotoras en interacción con un ambiente específico. Resaltando los componentes exteroceptivos o bien, incluyendo la información propioceptiva pero por su importancia relativa al movimiento groso del organismo. En palabras de Wilson y Golonka (2013) la CC es una perspectiva más radical que pensar que “el estado del cuerpo es el estado de la mente” y en cambio, es tomarse en serio el papel fundamental del acoplamiento percepción-acción y el uso de los recursos distribuidos en el cerebro, cuerpo y entorno para la cognición. 

Entonces ¿el procesamiento interoceptivo tendría un espacio dentro del terreno de la CC? La respuesta, aunque de una manera menos intuitiva, es que sí. 

Aunque parece ser que el estatus quo del cuerpo no es en primera instancia el interés de la CC, algunos autores comienzan a prestarle especial atención y a ubicar la interocepción como un mecanismo realmente corporizado para la cognición. Así, según Herbert y Pollatos (2012) la percepción de los estados viscerales del cuerpo fundamenta la experiencia emocional y subjetiva en varias formas y niveles. Un ejemplo reciente de esto es que la percepción del tiempo parece estar construida sobre mecanismos interoceptivos (Richter e Ibañez, 2021). Sapleton (2013) por su parte, sugiere una nueva aproximación corporizada (corporeizada) en donde se le preste atención a la información interna del cuerpo, así como las funciones afectivas relacionadas. Esto, en sus palabras, extiende el paradigma de la CC en la ciencia más allá de la corporización sensoriomotora hacia una perspectiva organística y por tanto, enactiva. Este resulta ser el segundo punto de quiebre, ya que a mi parecer el aproximamiento corporizado de la interocepción funciona muy bien a través de las perspectivas afectivas, predictivas y enactivas de la cognición (Allen y Friston, 2018).

En este sentido, las propuestas del procesamiento predictivo (PP) toman un valor explicativo en cómo la interocepción sustenta funciones biológicamente vitales y procesos afectivos que son inseparables de la cognición o de lo que conocemos en psicología como procesos cognitivos. Así pues, las inferencias interoceptivas mantienen la homeostasis contextualizando el estado interno del cuerpo constituyendo a su vez la base neurofuncional de la emoción, el “yo corporizado” y el control alostático, ya sea conductual o fisiológico (Gu y FitzGerald, 2014; Seth y Friston, 2016). Según Corcoran y Hohwy (2019) la alostasis se entiende perfectamente bajo el esquema del PP y puede interpretarse como una alostasis conductual, teleológica y diacrónica.  A mi parecer esto podría cerrar el círculo retomando las perspectivas más radicales de lo “corporizado” que subrayan la importancia de la interacción con el entorno. 

Figura 2. Alostasis conductual, teleológica y diacrónica según Corcoran y Howhy (2019).

Conclusión

El lugar de la interocepción en la CC no tiene una relación directa desde la perspectiva del acoplamiento cuerpo-entorno, si no desde el entendimiento de la relevancia de este proceso para mantener vivo al organismo y sobre el cual, a lo largo del desarrollo filogenético y ontogenético, se acomodan procesos afectivos que probablemente sean elementos indiscernibles de lo que actualmente conocemos como cognición. Así pues, considero que el análisis de la interocepción efectivamente tiene un lugar dentro del paradigma de la CC pero éste es desde las perspectivas enactivas y afectivas. Esto resulta en un análisis bastante complejo pero a mi parecer igual de apasionante y sobre todo productivo para entender los procesos que, como psicólogos decimos estudiar y claro poder ir aterrizando estos conocimientos en beneficios para la población, tanto clínica como general.

VIDEOS RECOMENDADOS

En esta TED Talk Lisa Feldman Barret, psicóloga y neurocientífica afín a las perspectivas de la cognición corporizada (corporeizada), habla sobre la perspectiva afectiva de la cognición retomando la importancia del estatus del cuerpo y señales internas del organismo.

https://www.ted.com/talks/lisa_feldman_barrett_cultivating_wisdom_the_power_of_mood

REFERENCIAS

Allen, M., & Friston, K. J. (2018). From cognitivism to autopoiesis: towards a computational framework for the embodied mind. Synthese, 195(6), 2459-2482. https://doi.org/10.1007/s11229-016-1288-5    

Anderson, M. L. (2003). Embodied cognition: A field guide. Artificial intelligence, 149(1), 91-130. https://doi.org/10.1016/S0004-3702(03)00054-7

Gu, X., & FitzGerald, T. H. (2014). Interoceptive inference: homeostasis and decision-making. Trends Cogn Sci, 18(6), 269-70. DOI: 10.1016/j.tics.2014.02.001

Herbert, B. M., & Pollatos, O. (2012). The body in the mind: on the relationship between interoception and embodiment. Topics in cognitive science, 4(4), 692-704. DOI: 10.1111/j.1756-8765.2012.01189.x

Newen, A., De Bruin, L., & Gallagher, S. (Eds.). (2018). The Oxford handbook of 4E cognition. Oxford University Press.

Parr, T., Corcoran, A. W., Friston, K. J., & Hohwy, J. (2019). Perceptual awareness and active inference. Neuroscience of consciousness, 2019(1). https://doi.org/10.1093/nc/niz012

Quigley, K. S., Kanoski, S., Grill, W. M., Barrett, L. F., & Tsakiris, M. (2021). Functions of interoception: from energy regulation to experience of the self. Trends in neurosciences, 44(1), 29-38. https://doi.org/10.1016/j.tins.2020.09.008

Richter, F., & Ibáñez, A. (2021). Time is body: multimodal evidence of crosstalk between interoception and time estimation. Biological Psychology, 159, 108017. https://doi.org/10.1016/j.biopsycho.2021.108017

Seth, A. K., & Friston, K. J. (2016). Active interoceptive inference and the emotional brain. Philosophical Transactions of the Royal Society B: Biological Sciences, 371(1708). https://doi.org/10.1098/rstb.2016.0007

Stapleton, M. (2013). Steps to a “properly embodied” cognitive science. Cognitive Systems Research, 22, 1-11. https://doi.org/10.1016/j.cogsys.2012.05.001

Wilson, A. D., & Golonka, S. (2013). Embodied cognition is not what you think it is. Frontiers in psychology, 4, 58. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2013.00058