La niñez y su aportación a la cognición corporizada

Por: Citlalli Ortiz

Facultad de Psicología, UNAM

Julio 2021

 Es sabido que las propuestas de la cognición corporizada (corporeizada) han sido evaluadas mediante la investigación de diversos procesos cognitivos, sin embargo, dichas investigaciones se han realizado focalizadas en la población adulta y poco se ha estudiado en infantes, niños y adultos mayores. Esta es una de las principales razones por las que algunos autores han tomado interés en retomar los datos que se han obtenido del estudio de la cognición corporizada (corporeizada) en poblaciones que han recibido menor atención, al igual que en el desarrollo de nuevos estudios que amplíen la información al respecto.

¿Por qué?

Thelen (2000a) citada en Marmeleira & Duarte (2019), propone que la cognición depende de las experiencias que provienen de tener y emplear un cuerpo con capacidades perceptivas y motoras en interacciones ambientales que están inseparablemente vinculadas.

Loeffler, Raab & Cañal-Bruland (2016) argumentan que lo que tienen en común las múltiples teorías de la cognición corporizada (corporeizada) es que retoman a los procesos sensoriomotores como el núcleo del funcionamiento cognitivo humano.

Lo que coincide con lo propuesto por diversos autores, entre los que destaca Piaget, quien enfatizó el papel del cuerpo y el movimiento en la adquisición de conocimiento desde los primeros años de vida, proponiendo una continuidad evolutiva entre la acción y el pensamiento (Piaget, 1964; Johnson & Soska, 2008 citado en Marmeleira & Duarte, 2019).

Algunas aportaciones

Metáforas primarias

Lakoff y Johnson (1999) destacan que, para los niños pequeños, las experiencias y juicios subjetivos (no sensoriomotores) y las experiencias objetivas (sensoriomotoras) se mezclan tanto en la experiencia que los niños no distinguen entre las dos cuando ocurren juntas (Marmeleira & Duarte, 2019).

Posteriormente, los niños podrán separarlos, pero sus asociaciones persisten, por ejemplo, cuando el afecto se ve metafóricamente como calidez: "me saludaron calurosamente", (Marmeleira & Duarte, 2019). 

Asociaciones nuevas y reactivadas

Loeffler, Raab & Cañal-Bruland (2016) proponen para el análisis de la literatura relacionada con la cognición corporizada (corporeizada) en niños y en adultos mayores, categorizar los procesos de acuerdo a si son impulsados por asociaciones nuevas o reactivadas, considerando que cambios sensoriomotores pueden crear nuevas asociaciones multimodales o pueden reactivar asociaciones previas.

Para dichos autores, los niños proporcionan pruebas importantes de los efectos de la cognición corporizada (corporeizada), ya que tienen frecuentes encuentros nuevos con su entorno, es decir, generan nuevas asociaciones.

También destacan que se ha demostrado la reactivación de asociaciones durante procesos de lenguaje, por ejemplo, la aparición de actividad en áreas motoras del cerebro cuando escuchan verbos relacionados con acciones en comparación con adjetivos no relacionados con acciones.

Posesión corporizada

Kritikos, Lister, Sparks, Sofronoff, Bayliss & Slaughter (2020) llevaron a cabo un estudio en el que se analizó la posesión corporizada (embodied ownership) en niños de entre 24 y 48 meses de edad. Hipotetizaron que si la propiedad está corporizada (corporeizada), los artículos de propiedad (botellas) deben colocarse más cerca del cuerpo durante una tarea que pone en movimiento su propia botella y una botella que pertenece al experimentador.

Observaron que los niños colocaron su propia botella más cerca de ellos en comparación con la botella del experimentador, confirmando así su hipótesis sobre la posesión corporizada (corporeizada) en niños, resultados comparables a los obtenidos en población adulta.

Videos recomendados

Nos muestran una forma en la que se utiliza la tecnología para analizar los movimientos corporales de los niños y poder estudiar la cognición corporizada.
https://youtu.be/cq8iZcxOmrw

El autor George Lakoff explica el lenguaje mediante diversos ejemplos de la vida cotidiana utilizando como base la tesis de la cognición corporizada, incluyendo correlatos neuronales.
https://youtu.be/XWYaoAoijdQ

Referencias

Kritikos, A., Lister, J., Sparks, S., Sofronoff, K., Bayliss, A., & Slaughter, V. (2020). To have and to hold: embodied ownership is established in early childhood. Experimental brain research, 238(2), 355-367. https://doi.org/10.1007/s00221-020-05726-w 

Loeffler, J., Raab, M., & Cañal-Bruland, R. (2016). A lifespan perspective on embodied cognition. Frontiers in psychology, 7, 845. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2016.00845

Marmeleira, J., & Duarte Santos, G. (2019). Do not neglect the body and action: the emergence of embodiment approaches to understanding human development. Perceptual and motor skills, 126(3), 410-445. https://doi.org/10.1177/0031512519834389