Música corporizada: De lo que se siente el sonido

Por: Noé S. Bravo

Facultad de Psicología, UNAM

Julio 2021

La música es inherente a la vida humana, incluso, antes de la aparición de un lenguaje como lo conocemos, la música era la forma en que comunicábamos estados emocionales y afectivos sobre nuestras creencias, peticiones, inconformidades o gratitudes. Los instrumentos se componían principalmente de huesos y pieles, los sonidos eran más rítmicos que melódicos o armónicos, y la forma principal de crear música era a través del cuerpo (Ministerio de Educación Peruano, 2007), sin mencionar el instrumento por excelencia, la voz. 

La música evoluciona como el pensamiento de los humanos, desde las polifonías que se hacían en las iglesias, las sonatas, las baladas románticas hasta el rock, jazz o blues. Parece ser que la música es la viva imagen de la cognición de los agentes a través del tiempo. 

Pero, no es solo música, es sentido, es significado, es emoción, es fisiología. Sin duda, una pregunta necesaria es: ¿Cuál es el papel del cuerpo en la apreciación, aprendizaje y creación de la música? Este ensayo tratará de explicar el por qué es importante estudiar música desde las Ciencias Cognitivas Corporizadas. 

El poder de la música

Uno de los más grandes misterios es el hecho de que la música tiene gran influencia sobre nosotros. Aún se desconoce por qué podemos experimentar emociones complejas cuando escuchamos una canción. Al respecto, Perlovsky (2015) sostiene la hipótesis de que la música acopla nuestras representaciones mentales abstractas creadas a través del lenguaje con nuestra experiencia corporizada (corporeizada) real del mundo. Un ejemplo que describe son los escenarios de disonancia cognitiva donde se tiene a descartar la cognición en conflicto rápidamente, este choque de conocimientos es casi natural y podría no permitir el aprendizaje y desarrollo de la cultura, sin embargo, entra el papel de la prosodia o la musicalidad del lenguaje, el cual corporiza los significados y los conecta con los sonidos de la vida cotidiana. La música tiene esa función, conectar el significado con el significante y darle sentido. 

Los constitutivos musicales-corporales

La música se compone de tres elementos en general: armonía, melodía y ritmo.

La armonía está definida como notas al mismo tiempo que acompañan o son fondo para la melodía, a su vez, la melodía se compone de notas en sucesión en un intervalo de tiempo y con duración variable, por último, el ritmo es la duración relativa de la armonía y la melodía en un tiempo dado. Cualquier música conlleva necesariamente estos elementos y son casi inseparables. 

Curiosamente, en términos subjetivos, la armonía como fondo le da a la música el andamio emocional y el peso que va expresando paso a paso la melodía. Por ejemplo, se podría ejecutar la misma melodía, pero cambiando la armonía y el significado sería totalmente diferente. Generalmente la armonía es lo que percibimos en una canción cuando la calificamos como alegre o triste, nuestro cuerpo reacciona a el fondo de la música y nos hace evocar ese estado emocional. 

La melodía, por otro lado, establece la dirección de la canción, es la historia principal, el motivo o como si se tratase de las palabras de la música, este elemento se nos queda impregnado en la memoria y nos permite reconocer canciones. Además, las melodías son lo que podemos ejecutar con la voz, tarareamos, murmuramos o cantamos melodías que nos acompañan en momentos de felicidad, tristeza, reflexión o simplemente como un distractor. 

Por último, el ritmo enmarca la velocidad y acentos en la música, es lo que determina si percibiremos a una canción como una balada, un pop, rock and roll, vals, reggaetón, etc. El ritmo es lo que nos hace movernos, bailar, sincronizar y conectar profundamente con nuestro cuerpo. Sin lugar a dudas, el ritmo está presente en toda nuestra fisiología y se manifiesta como patrones de actividad eléctrica en nuestros sistemas. 

La cognición musical esta corporizada (corporeizada) de muchas formas, empezando por el simple hecho de que se imitan sonidos del mundo exterior, las acciones corporales para producir los sonidos y los estados corporales que induce la música (Cox, 2016), además, es a través de este proceso complejo que se forma un concepto particular en los que practican la música, este es el sentido musical, cómo si fuese la visión, audición o Somatosensación, el sentido musical permite analizar, descomponer, construir y predecir música. 

Relato fenomenológico de un músico

El autor del presente ensayo ha incursionado en la música desde hace 17 años y los instrumentos que ha tenido la oportunidad de aprender comprenden piano, guitarra, bajo y batería, además del canto. Esta sección pretende ser un relato de lo que se experimenta el aprender, ejecutar y crear música.

"Donde mueren las palabras, nace la música"

- William Shakespeare

O tal vez...

"Donde muere la música, nacen las palabras"

Aprender y ejecutar música es un proceso totalmente activo, cada movimiento corporal importa y es preciso hacerlo de manera adecuada. Cada instrumento tiene sus movimientos particulares, por ejemplo, la guitarra conlleva una presión y movimientos coordinados en los dedos de la mano izquierda, mientras que la derecha adopta una libertad de movimiento total con cierta fuerza para producir el sonido, estos movimientos cuando se ejecuta algún arpegio o solo de guitarra son muy satisfactorios. En el caso del piano, los movimientos son casi exclusivamente con las manos, a excepción de los brazos cuando se necesita más intensidad y los pies para presión los pedales, en este caso hay un control y manipulación total de los dedos, con diferentes intensidades y rapidez, tocar el piano generalmente es delicado y se juega con la tonalidad, la fuerza del toque y las emociones que expresa cada acorde. 

En la batería, los movimientos tienen a ser más agresivos y se utilizan todas las extremidades. Las manos y pies deben estar sincronizados para producir diferentes ritmos, generalmente el cansancio del cuerpo es más evidente pero la emoción que produce golpear los tambores es placentera. Respecto a la creación de la música, uno puede describirlo como un mar de posibilidades. No hay una receta, principio o fin específico, generalmente uno empieza con un par de acordes y deja volar la imaginación, se visualiza en lo que lo hace sentir la armonía y va agregando cada vez más acordes acompañado de una melodía. Hay una motivo o historia que uno quiere contar y va construyendo los momentos emocionales con las notas adecuadas. 

Sin duda, el cuerpo es parte importante de todo este proceso, la intensidad con la que tocan las manos, los sentimientos viscerales que producen sonidos y la proyección de ideas hacia el exterior para tomar inspiración, son la muestra de que la cognición esta corporizada (corporeizada), extendida, enactiva y situada. 

Conclusiones 

La cognición musical corporizada (corporeizada) es un campo relativamente nuevo y con mucho que explorar. Preguntas experimentales pueden ser si la disposición física de los instrumentos y la posición del cuerpo influyen en la inspiración de los músicos; cuál es la relación de la creación musical y los estados emocionales que calibran al cuerpo para ejecutar música; e incluso cómo es que la música se sincroniza con el cuerpo de tal manera que afecta al sistema fisiológico. 

La música es un mundo y está relacionada íntimamente con la cultura y la sociedad, es tan vieja como el ser humano mismo, y es tan diversa y cambiante como el pensamiento. La cognición corporizada (corporeizada) es una aproximación que puede explotar el conocimiento musical, investigar su naturaleza y tal ves responder a la gran incógnita: ¿Qué se siente un sonido?

Materiales complementarios

Music to Whose Ears II: Embodied Cognition.

En esta mesa redonda se discute acerca de la cognición musical, su origen en la naturaleza y las cosas físicas, sobre su papel transformador como herramienta para comprender el mundo y como un recurso de vida. Se destacan las sensaciones viscerales, emociones y el papel de nuestro cuerpo en la comprensión de la música. 

Romanza de mi alma.

Pieza musical que construye una historia con diferentes matices de tensión, calma, alegría y tristeza. Enfatiza cómo las emociones de la armonía y la melodía se manifiestan en el cuerpo a través del ballet. 

Referencias 

Referencias

Cox, A. (2016). Music and embodied cognition: Listening, moving, feeling, and thinking. Indiana University Press. Recuperado de https://books.google.com.mx/books?hl=es&lr=&id=d6_-DAAAQBAJ&oi=fnd&pg=PP1&dq=embodied+cognition+and+music&ots=D-glK7HBzf&sig=UXB7Rh3wIlsq9MMrUaPMZDdOMto#v=onepage&q=embodied%20cognition%20and%20music&f=false 

Ministerio de educación del Gobierno Peruano. (2007). Historia de la música del mundo. Recuperado de http://www.minedu.gob.pe/pdf/ed/musica-1.pdf

Perlovsky, L. (2015). Origin of music and embodied cognition. Frontiers in Psychology, 6, 538.DOI: https://doi.org/10.3389/fpsyg.2015.00538