Cognición corporizada y la adquisición de un segundo idioma
Por Roa Zavala Oscar Isaac
Facultad de Psicología, UNAM
Julio 2021
Fotografía de Alexandr Podvalny en Pexels
¿Qué es la adquisición del lenguaje?
Las teorías más prominentes históricamente referentes a la adquisición del lenguaje toman dos perspectivas completamente opuestas. La primera, de Skinner, toma al lenguaje como cualquier otra conducta operante, susceptible a un reforzamiento contingente; mientras que la postura contraria, propuesta por Chomsky tiene como fundamento que los bebés son gramatistas natos (Kuhl, 2000).
Sin embargo, la evidencia actual indica que ninguna de las posturas anteriores es correcta, más bien, los bebés poseen sesgos perceptuales inherentes que les permiten segmentasr las unidades de información fonética del lenguaje sin entenderlas inicialmente, no entienden gramática de manera innata. Además, utilizan estrategias de aprendizaje complejas para su corta edad que son auxiliadas por la forma en que los adultos se refieren a ellos inconscientemente, las cuales les permiten mapear el lenguaje a nivel cerebral, si el condicionamiento operante fuera el mecanismo por el cual realizan esto, la adquisición de lenguaje tomaría exponencialmente más tiempo. Finalmente, el llamado periodo crítico de la adquisición del lenguaje es influenciado no solo por el tiempo, sino por la participación neuronal resultado de la experiencia de los bebés con el lenguaje y la asistencia recibida por parte de sus cuidadores.
Evidencia actual de la adquisición de un segundo idioma
La diferencia fundamental entre la adquisición de la lengua materna (L1) y la adquisición de un segundo idioma (L2), es que el cerebro ya no está en etapas de desarrollo temprano. Dependiendo la edad a la que se empiece a adquirir un segundo idioma, habrá procesos de desarrollo o consolidación diferentes en todo el organismo. Esto ha incurrido en el surgimiento de distintas teorías que, hasta ahora, no han podido ser aceptadas por la comunidad científica y pedagógica como completas, pues quedan preguntas por responder, además de que la investigación en este campo de conocimiento es relativamente nueva, esta rama tuvo su origen más fuerte a finales de la década de 1960 (Gass & Selinker, 2008).
Stephen Krashen, uno de los autores más reconocidos en el campo, ha propuesto 5 etapas de la adquisición de un segundo idioma, las cuales son: i) preproducción, también llamada etapa de silencio, se tienen alrededor de 500 palabras conocidas en el vocabulario, pero no se puede hablar, solo se da la imitación; ii) producción temprana, se pueden hablar frases cortas, memorizar trozos de lenguaje y el vocabulario incrementa a 1000 palabras; iii) emergencia del habla, se presenta un incremento de vocabulario a alrededor de 3000 palabras, pueden comunicarse por medio de frases y preguntas simples con constantes errores gramaticales; iv) fluidez intermedia, vocabulario de 6000 palabras, utilizan estructuras que les permiten formular frases complejas además de compartir sus pensamientos y opiniones; y, v) fluidez avanzada, toma mucho tiempo llegar a esta fase, alrededor de 5 o 10 años y se puede hablar a un nivel cercano al de un hablante nativo (Hill & Bjork, 2008).
¿Qué puede aportar la cognición corporizada a la teoría de la adquisición de un segundo idioma?
De acuerdo con una revisión realizada por Kühne y Gianelli, (2019), se ha visto que el procesamiento lingüístico con carga sensorial, motora y/o emocional provoca una reactivación de las mismas estructuras neuronales que la experiencia de dicho contenido lingüístico, tal como ejecutar alguna acción motora o sentir alguna emoción.
A pesar de que la mayor parte de la evidencia proviene de estudios en L1, también se han encontrado resultados similares en L2, por ejemplo al referirse a acciones motoras similares entre L1 y L2, las mismas redes cerebrales presentan activación, lo que difiere es la magnitud de la activación y el tiempo que esta dura.
Un punto importante a considerar inherente a la cognición corporizada (corporeizada), es qué pasa con los conceptos abstractos, pues no hay un gancho físico, per se, con la experiencia. Lo que han planteado diversos investigadores al respecto es que el grounding con el cuerpo en conceptos abstractos se da por el estado emocional y motivacional en el que se encuentran las personas, no solo por el movimiento.
Por ejemplo, en un estudio con personas bilingües de español e inglés, se comparó qué tanto evoca una respuesta corporizada (corporeizada) y la influencia de esta respuesta en la recuperación de memoria de estas palabras. Los hallazgos del experimento muestran que las palabras en L1 evocaron una respuesta corporizada (corporeizada) y emocional más fuerte que las palabras en L2 (Baumeister et al., 2017).
¿Por qué, si se supone que la representación en el cerebro es la misma o al menos bastante similar, las palabras en L2 no tuvieron este mismo resultado en los participantes? Con base en la revisión citada en el presente trabajo, es posible que sea porque adquirimos nuestra lengua materna en contextos sociales, con plena interacción con lo que estamos aprendiendo, mientras que un segundo idioma generalmente se aprende en un salón de clases, con un nivel de interacción con el medio mucho más reducido y sin un grounding particularmente significativo. Por lo tanto, es posible que al buscar la implementación de distintas formas de aprendizaje corporizadas se logre obtener un mejor dominio o fluidez de un segundo idioma, sea en un salón de clases o estudiando por cuenta propia, tomando ventaja de las distintas formas de cognición corporizada (corporeizada). Tal como en los métodos basados en la inmersión, al inicio la mayor parte del aprendizaje se da por el consumo de medios nativos del lenguaje a aprender como series, películas, libros, etc. esta inmersión trae consigo cierta carga emocional y sensorial que ayuda a adquirir el lenguaje de una manera corporizada para después refinar este conocimiento con la gramática y las reglas del lenguaje necesarias, pero solo una vez se tenga un entendimiento del lenguaje (Refold Team, 2020).
Figura 1. Al aprender un idioma tan diferente como el japonés es importante auxiliarse de la mayor cantidad de claves posibles, por tanto al leer 水 (mizu), aportaría más a la persona pensar en la forma física del agua y cómo se experimenta en la vida real, que en un diccionario o libro de texto Japonés-Español.
Videos Recomendados
George Lakoff da una breve explicación del porqué la cognición corporizada (corporeizada) es una teoría importante para influir en nuestro entendimiento del lenguaje y cómo pueden beneficiarse los análisis filosóficos de esta perspectiva.
Los primeros 12 minutos de esta fructífera charla enfatizan la importancia del contexto (y de manera implícita, la corporización) al adquirir un segundo idioma y cuál sería la manera óptima de realizar este proceso.
Referencias
Baumeister, J. C., Foroni, F., Conrad, M., Rumiati, R. I., & Winkielman, P. (2017). Embodiment and Emotional Memory in First vs. Second Language. Frontiers in Psychology, 0. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2017.00394
Gass, S. M., & Selinker, L. (2008). Second language acquisition: An introductory course (3rd ed). Routledge/Taylor and Francis Group.
Hill, J., & Bjork, C. (2008). Classroom instruction that works with English language learners: Participant’s workbook. Association for Supervision and Curriculum Development.
Kuhl, P. K. (2000). A new view of language acquisition. Proceedings of the National Academy of Sciences, 97(22), 11850–11857. https://doi.org/10.1073/pnas.97.22.11850
Kühne, K., & Gianelli, C. (2019). Is Embodied Cognition Bilingual? Current Evidence and Perspectives of the Embodied Cognition Approach to Bilingual Language Processing. Frontiers in Psychology, 0. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2019.00108
Refold Team. (2020). What is Refold? | Refold. https://refold.la/