Tiempo, cuerpo y experiencia

"Tiempo, es el centro el movimiento, el fin y el principio de las eras..." Octavio Paz


Por: Michelle A. Soto

Facultad de Psicología, UNAM

Julio 2021

¿Qué es el tiempo?

Esa misteriosa palabra que utilizamos tan a menudo en nuestra vida cotidiana, de la cual no tenemos una idea concreta de lo que es, pero sabemos que con ella damos sentido a muchas de nuestras acciones y maneras de conducirnos en el mundo, ha sido uno de los grandes cuestionamientos a lo largo de la historia.

perspectivas

Aristóteles y Newton hablaban de la existencia de un tiempo absoluto en el que hay un reloj preciso en donde van ocurriendo acontecimientos de la vida diaria (Gastelum, 2018) y que entre el tiempo y nuestra capacidad de percatarnos de los cambios en el entorno se genera una experiencia temporal en un flujo continuo. Pero esto ha llevado a muchas interrogantes y problemáticas, pues en ocasiones aquello a lo que llamamos tiempo (abstractamente) es diferente a las experiencias que tenemos del mismo y de los eventos que transcurren en él (Gastelum, 2018).


Einstein y Bergson, otros grandes pensadores, tenían concepciones distintas. Einstein defendía la noción física del tiempo (el tiempo medible) y rechazaba la noción del tiempo subjetivo y contrariamente, Bergson afirmaba que el tiempo puede ser distinto de acuerdo con la experiencia que tenemos de él y a los eventos que transcurren en él (Gastelum, 2018). Y esta experiencia es cambiante en sí misma, convirtiéndose en un tiempo subjetivo, en donde no solo hay una noción de cambio o de movimiento, sino una intuición de flujo irreversible ligada a esa sucesión de cambios (Díaz, 2011) y a la duración como una experiencia ampliada dada en una combinación entre el espacio y una sucesión interna (Deleuze, 1987, p. 35)


Modelos explicativos de la percepción del tiempo basados en mecanismos neurobiológicos

REloj circadiano

Se basa en ciclos biológicos que duran aproximadamente 24 horas (Droit-Volet y Meck, 2007) influenciados por los cambios resultantes de la rotación de la tierra. En nuestro cerebro existen ciertos mecanismos que regulan funciones biológicas al detectar cambios luminosos entre el día y la noche, uno de ellos es la liberación de algunas sustancias involucradas en mecanismos del sueño y la vigilia.

reloj Interno

"Toma la experiencia temporal como un conjunto de momentos del ahora, donde solo el ahora actual es real” (Gastelum, 2018). De acuerdo con este modelo, el tiempo, viene de marcapasos que emiten pulsos a una velocidad y un interruptor controla la forma en que se van a activar y almacenar pulsos de un evento particular que está siendo cronometrado por ese reloj interno (Wittmann y van Wassenhove, 2009 ). Entre más pulsos se acumulen de acuerdo con las características de estímulos que se perciban, más largos serán los juicios temporales (Droit-Volet y Meck, 2007).

Ligado a estas explicaciones basadas en mecanismos neurobiológicas desde las neurociencias cognitivas, se han llevado a cabo estudios de las relaciones de “modalidades sensoriales que existen entre el tiempo físico y el tiempo perceptual interno” (Wittmann y van Wassenhove, 2009 ), en el que están implicados factores cognitivos como la memoria y la atención, y otros, como las emociones.

memoria

La experiencia del tiempo implica la retención de eventos en la memoria o al menos la noción de que algo ha ocurrido antes para poder decir que el tiempo implica sucesión

atención

Es de gran importancia porque nos permite orientar nuestra percepción hacia elementos relevantes de nuestro entorno.

emociones

Moldean nuestra experiencia subjetiva del ambiente, para esta concepción, nuestro sentido del tiempo es inseparable de ella, por lo que variaciones emocionales pueden generar distorsiones temporales como qué tan corto o qué tan largo puede parecer un evento (Droit-Volet y Meck, 2007).

El tiempo social

La temporalidad es una propiedad intrínseca de la conciencia y cada individuo tiene conciencia de fluir internamente. A través de la intersubjetividad se tiene una dimensión temporal, es decir, tanto mi organismo como la sociedad a la que pertenezco imponen a mi tiempo interior y toda mi experiencia en el mundo está ordenada por su tiempo y envuelta en él (Berger y Luckmann, 1995). Entre individuos coordinamos nuestra experiencia temporal, de manera que el tiempo se vuelve un aspecto compartido y fundamental para las interacciones sociales.


Como se puede ver, existen muchos enfoques y paradigmas que han tratado de darle una explicación a este complejo fenómeno, pero ninguno de ellos ha logrado mantener un acuerdo de sus características, de su procesamiento y mucho menos de cómo se originan estas experiencias perceptuales del tiempo. Sin embargo, existe un aspecto en el que casi todos convergen, y esta, es la idea del cambio debido a que juega un papel crucial para el entendimiento del tiempo. Esto, entendido como una temporalidad intrínseca puede encontrarse en el dinamismo del movimiento corporal, en la acción, y no es que se trate de un tiempo objetivo que se pueda medir con un reloj, aunque se pueda medir la duración de un acto; se trata, más bien de un fenómeno de tiempo vivido, aquel que vamos experimentando a medida que pasa, ya sea, lentamente o muy rápido (Gallagher et al., 2017).


Una perspectiva fenomenológica

Husserl planteaba la existencia de una coordinación del ambiente con un procesamiento sensoriomotor, en el que existe una temporalidad triple: La impresión primaria, que permite la conciencia de un objeto simultáneo con la fase actual de conciencia; La retención, que conserva las fases previas de conciencia y su contenido intencional; por último, La protención, que anticipa la experiencia de aquello que está por suceder (Gallagher et al., 2017). Esto quiere decir que el presente es transformado por el pasado y de esta manera somos capaces de modificar nuestra experiencia, realizar ordenamientos temporales de nuestras acciones y constituir significados orientados a la acción, desde lo que ya ha ocurrido. Estas modificaciones generan cambios en nuestra manera de percibir el tiempo y de interpretar el mundo.


El tiempo y la Cognición enactiva

Los estados corporales pueden causar estados cognitivos y simultáneamente ser efectos de ellos. La simulación es la recreación de estados perceptivos, motores e introspectivos adquiridos durante la experiencia con el mundo, el cuerpo y la mente (Barsalou, 2008). Desde la cognición enactiva, el tiempo perceptual es constituido de manera continua debido a nuestra interacción con el contexto intrínseco de nuestro cuerpo, el contexto social y físico. Cuando alguno de estos contextos cambia, el pensamiento que tenemos acerca del tiempo cambia de acuerdo con él. Gastelum (2018) sugiere que la contingencia sensoriomotora puede ayudar a una mejor comprensión de la experiencia del tiempo, en donde el individuo con un cuerpo sensoriomotor involucra características particulares del medio ambiente en el transcurso de alguna actividad y a su vez, puede modificar el ambiente manipulando objetos. Estas modificaciones transforman su entorno e influencian en el mismo individuo de manera recíproca.


Este enfoque enactivo de las ciencias cognitivas corporizadas permite explicar la importancia del entorno socio-material como factor constitutivo de la experiencia temporal como lo percibimos dentro de las contingencias sensoriomotoras con el que interactuamos todos los días (Gastelum, 2018). Somos un sistema perceptualmente guiado por la acción, compuesto por varios subsistemas interconectados, capaz de acoplarse a restricciones del ambiente y este acoplamiento da origen a nuestro mundo (Varela et al., 1991 p.205).


Experiencias subjetivas

Las interacciones continuas que tenemos con el ambiente, nuestros estados internos, nuestra vía somatosensorial y nuestra capacidad de percibir elementos del mundo puede generar experiencias subjetivas del tiempo, es decir, todos estos mecanismos que involucran a todo el cuerpo, señales externas, la capacidad de entender al mundo como un medio dinámico en relación con nuestras emociones como mecanismos sincrónicos y coordinados, nos permiten generar significado acerca de lo que para nosotros es el tiempo. Por lo tanto, el tiempo es parte del mundo y el mundo es parte de la mente de los seres humanos.

Conclusión

El tiempo es tan real como el universo, la materia y los cuerpos celestes; improbable como el ser humano; desconcertante como el mañana y tan esperado como el fin de la vida. Como el mundo, somos una presencia continua, somos todo y somos nada; somos tiempo.

MATErial recomendado

lectura

Droit-Volet, S., & Gil, S. (2016). The emotional body and time perception. Cognition & emotion, 30(4), 687–699. https://doi.org/10.1080/02699931.2015.1023180



Videos

Tiempo Biológico, cerebro y movimiento

El tiempo y el cerebro: la ilusión del ahora

Referencias

Barsalou L. W. (2008). Grounded cognition. Annual review of psychology, 59, 617–645. https://doi.org/10.1146/annurev.psych.59.103006.093639

Berger,P. y Luckmann, T. (1995). La construcción social de la realidad. Amorrortu

Deleuze, G. (1987). El Bergsonismo. Ediciones Cátedra. https://monoskop.org/images/e/e9/Deleuze_Gilles_El_bergsonismo.pdf

Díaz, J.L., (2011). Cronofenomenología: El tiempo subjetivo y el reloj elástico. Salud Mental, 34(4), 379-389. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=58221317010

Droit-Volet, S., & Meck, W. H. (2007). How emotions colour our perception of time. Trends in cognitive sciences, 11(12), 504–513. DOI: 10.1016/j.tics.2007.09.008

Gastelum, M. (marzo 2018). Los relojes internos de la experiencia. Revista de la universidad de México, 34-39. https://www.revistadelauniversidad.mx/articles/119027f4-5862-40a8-b086-ae48eb7d143c/los-relojes-internos-de-la-experiencia

Gastelum, M. (2018) Temporal experience from a 4E perspective. Adaptive Behavior, 26(5), 269–272. DOI: 10.1177/1059712318790752

Gastelum, M. (2018). Percepción del tiempo desde un enfoque situado [Tesis de Doctorado, Universidad Nacional Autónoma de México] https://repositorio.unam.mx/contenidos/3492714

Gallagher, S., Martinez, S. y Gastelum, M. (2017). Action-Space and Time: Towards an Enactive Hermeneutics en B. Janz (Ed). Place, Space and Hermeneutics (Vol .5 pp. 83-96). Springer. https://doi.org/10.1007/978-3-319-52214-2_7

Varela, F. J., Thompson, E., & Rosch, E. (1991). The embodied mind: Cognitive science and human experience. The MIT Press.

Wittmann, M., & van Wassenhove, V. (2009). The experience of time: neural mechanisms and the interplay of emotion, cognition and embodiment. Philosophical transactions of the Royal Society of London. Series B, Biological sciences, 364(1525), 1809–1813. https://doi.org/10.1098/rstb.2009.0025